EDUCACIÓN EN POSITIVO

ALTERNATIVA AL RINCÓN DE PENSAR (REBECCA EANES)

29 Mar , 2017  

El Rincón de Pensar es una técnica popular para enfrentarse al comportamiento indeseable de los niños, pero ¿es realmente lo mejor para ellos?  En el artículo «el Rincón de Pensar está haciendo daño a tu hijo«, los doctores Tina Payne Bryson y Daniel Siegel nos cuentan que las últimas investigaciones sugieren que sentarse solos en esa silla causa más daño que otra cosa.

Cuando yo aprendí que esos tiempos muertos no funcionaban para mi hijo hipersensible hace casi 6 años, me puse a buscar una alternativa para corregir su comportamiento. Averigüé que una zona de calma es más efectiva, y además funcionaba igual de bien con mi otro hijo menos sensible.

¿Para qué sirve una zona de calma?

Mother talking to son

Este es un lugar para que el niño vaya con su madre/padre o voluntariamente solo. No es un castigo sino un lugar para aprender inteligencia emocional seguida de un mejor comportamiento. Lo que he aprendido sobre niños en mis años de investigación es que sus cerebros no almacenan información cuando están desregulados (o muy molestos). Durante los momentos de enfado emocional, los niños funcionan desde la primaria más baja de su cerebro (la que controla la respuesta de lucha, corre o parálisis) y necesitan calmarse antes de que puedan acceder a la parte más evolucionada del cerebro (responsable del pensamiento y razonamiento lógico). Por tanto, la zona de calma debería ser un lugar relajante para que el niño conecte la zona alta de su cerebro y pueda aprender mejor la lección que le queremos enseñar.

Un momento. ¿Eso no es como un premio por su mal comportamiento?

Míralo de la siguiente forma. Cuando te enfadas y estás a punto de explotar contra tus hijos o tu pareja, ¿te tomas unos pocos minutos para calmarte antes? Deberías. Así te aseguras de que puedes responder con cabeza en lugar de reaccionar de forma irresponsable. Cuando te tomas ese tiempo para respirar o irte al cuarto de baño, básicamente estás yendo a tu propia zona de calma. incluso aunque sólo sea en tu mente. ¿Es eso un premio por tu enfado? No. ¿Esa pequeña pausa en el cuarto de baño te hace querer enfadarte más a menudo? Por supuesto que no. A nadie le gusta sentirse fuera de control. Todos necesitamos aprender cómo tomarnos el tiempo para calmar nuestros cerebros para no reaccionar, y cuanto más joven empiecen a aprenderlo, mejor.

¿Y cuál es la diferencia? ¿No aprenden ellos a darse esa pausa en la silla de pensar?

talking-kidsLa diferencia es que la madre o padre actúa como un coach emocional en la zona de calma. Conversamos sobre los sentimientos que la niña está sintiendo y vemos forma de calmar y regular nuestros cerebros. Un niño no es capaz de procesar todo eso solo en una silla. Además, sentarse con la cara mirando a un rincón no ayuda a la mayoría de los niños a calmarse y a menudo alimenta las emociones negativas. Pueden incluso sentirse rechazados o solos. En realidad no están pensando en lo que harán mejor la próxima vez, e incluso aunque puedan repetirnos por qué tienen que sentarse allí durante 4 minutos, ¿de verdad aprenden lo que disparó sus emociones o como manejarlas mejor? Saber lo que no se debe hacer, no es igual que saber lo que hay que hacer.

¿Qué debe haber en la zona de calma?

Zona de CalmaLo que pones en tu zona de calma es específico para tu hijo. Busca cosas que le vayan mejor. A uno de mis hijos le gustaba dibujar o que le lean algo y a otro le gustaba explotar globos para calmarse.

En nuestra zona de calma yo tenía una caja con bastantes libros, una jarra con agua y purpurina para agitar, lápices y papel, arroz para juegos sensoriales y globos, además de un cojín cómodo donde sentarse.

 

¿Cómo se usa la zona de calma?

Cuando tu hija hace algo feo o está experimentando emociones fuertes como el enfado, llévala a la zona de calma inmediatamente. Nombra el sentimiento que crees que está sintiendo y habla sobre lo que lo ha provocado. Puedes decirle «te sientes enfadada porque te ha quitado tu juguete. Estabas enfadada así que le has dado un pellizco. Yo no puedo dejarte que le pellizques porque duele. Te voy a ayudar a calmarte». Entonces haz que tu hija coja las herramientas que has colocado en la zona de calma hasta que veas su enfado baja. Una vez que su cerebro lógico ha vuelto (cuando se calma), háblale sobre cómo se reconoce el enfado cuando llega y como manejarlo en ese momento. Dale ideas reales que pueda usar la próxima vez que alguien le quite su juguete, como pedir asertivamente que se lo devuelva, ir a buscar a un adulto o hacer una inspiración gigante y expirar. Hace falta práctica y no será un único intento, pero tampoco lo es la silla de pensar.

A medida que crece, se hará más probable que vaya a la zona de calma ella misma al adquirir la habilidad de la regulación emocional, especialmente si ha sido modelada por sus cuidadores adultos, y enseñada con regularidad en sus primeros años.

 

Artículo publicado por Rebecca Eanes en http://www.creativechild.com/articles/view/parenting-replace-the-time-out-chair-for-a-calm-down-area#page_title


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